> ¿Quién está detrás de Naiara Arrieta? <

En realidad Naiara Arrieta no es una marca, sino una persona con un cosmos de papel, acuarela y objetos ensamblados. También Naiara Arrieta es la gente que me rodea y apoya cada pasito con riguroso amor.

> ¿Cómo surgió este proyecto? <

Este proyecto surge alguna tarde de esas que pasaba cuando era pequeñita esperando en casa a que mis padres volvieran de trabajar, entonces cogía los plastidecores y no paraba de rellenar folios y más folios. Después llegó la formación y poco a poco me ha ido desvelando un camino en gerundio.

> ¿Cual es tu filosofía de vida y de qué modo se ve reflejada en tus obras? <

Admiro lo puro, lo visceral, lo sincero. Me encantan las cosmogonías olvidadas, curiosear en los cajones abandonados, observar en silencio tras las mirillas oxidadas de lo íntimo y después meter en la coctelera lo que ha ido sucediéndose extraordinariamente en las órbitas que me rodean y que mi memoria, o mi cuaderno en ocasiones, ha sido capaz de retener.

> ¿Qué es lo mejor de tu proyecto creativo y que planes de futuro tienes? <

Destacaría de mi proyecto creativo que es imparable, que se ha convertido más que en un proyecto en una actitud que me sana, me divierte y entretiene, con la que aprendo en cada error y avanzo en cada acierto. Entre mis planes a corto plazo arrancar con un par de propuestas de álbum ilustrado, y a largo plazo reincorporarme al terreno del ensamblaje y las tres dimensiones al que le han robado tiempo las acuarelas. Como meta, convertirme en una buena alquimista, capaz de convertir el plomo en oro y la niebla en confeti.

> ¿En qué te inspiras? <

En lo contradictorio, en lo excéntrico, en lo que ves si doblas la esquina de lo real. Me encanta el art brut y la pintura de los clásicos, me entusiasma la sensibilidad asiática y a su vez las distracciones estúpidas que nos propone el espectáculo occidental en el que vivimos. Colecciono pequeños y grandes tesoros olvidados en la basura, papeles viejos, pedazos de muñecos, y por el contrario compro colores fosforitos. Me inspira la dualidad de nuestra época, me debato entre lo poético del óxido y lo brillante de las sedas, las purpurinas y los flecos.

> ¿Por qué Ventana? <

Ventana de la Cebada es uno de esos No Lugares que me entusiasman. Un espacio muy reducido que se expande cada vez que lo frecuenta un creativo. Un rinconcito lleno de mimo en la enorme y atareada ciudad de Madrid. Aquí muestro mis propuestas hasta el momento, un buen escaparate, una buena ventana para el transeúnte, una coctelera de posibles proyectos y un no parar de pasar gente, con lo que esto conlleva, además de la atención y el cuidado que Almudena y Jeniffer, entre otros, ponen en este proyecto. Ventana es, de entre tanto pop-up, mercados y propuestas expositivas, un 10!